¿Cómo está tu café?
¿Tu café sabe a café?
¿Alguna vez has mirado las notas de cata de una bolsa de café y has pensado que sólo un entusiasta del café podría detectar esos sabores?
Identificar las notas de cata lleva tiempo, pero si se presta atención al sabor y al olor de la bebida, pronto podrá detectar la cultura más profunda en su taza.
1. Agitar y oler
Una vez molidos los granos, agite el café y huela el aroma que se libera. Ignora el olor del café e intenta concentrarte en los otros aromas que puedas percibir. ¿Fruta? ¿Dulzura? ¿Quizás incluso aromas de nuez? La mayoría de los sabores del café se originan a partir de compuestos aromáticos presentes en el café. La conexión entre nuestro gusto y olfato nos ayudará a tomar algo más que "café".
2. Dale un sorbo a la bebida
Prepárelo y déjelo enfriar. Confía en nosotros: toma una cuchara. Preferiblemente una cuchara sopera (¡No, no es broma!). Coge una cucharada y dale un buen sorbo. Para evitar preguntas no deseadas, Big Dog sugiere hacer esto solo o tal vez con su perro, si no lo juzga. Si tienes un compañero sorbedor, mucho mejor. Comience con unas cuantas cucharadas y esperamos que la próxima vez que beba la bebida comience a captar los sabores. Si no, tenga la seguridad de que Big Dog no está tratando de dejarlo en ridículo. Confía en el proceso.
3. Compara tus cervezas
Si tienes más de un tipo de nuestros granos de café, prepara dos o más, sorbe y compara. Detectar e identificar las diferencias puede resultar difícil. Al principio, piense en la dulzura, el amargor y tal vez en lo floral que es la bebida. Pronto serás un experto sorbiendo y disfrutarás de tu bebida al máximo.
BDC.