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Perfeccionando tu extracción de café

La extracción perfecta: todos los amantes de la cafeína (incluida la descafeinada) persiguen persistentemente el "punto óptimo" de su origen o mezcla deseada. A medida que el café se ha convertido en una de las bebidas más populares del mundo, también lo ha hecho la cantidad de métodos de elaboración y extracción de esta bebida tan querida. La forma en que preparamos nuestro café a menudo depende del contexto geográfico, cultural y social, además de las preferencias personales específicas. Comprender la extracción del café proporcionará un marco mientras trabajamos para mejorar la calidad de nuestra taza. Aprender a controlar el sabor agridulce y la acidez de tu bebida ayuda a proporcionar equilibrio en tu taza.

El arte de la extracción se puede definir simplemente como el proceso que extrae sabores y aromas del café utilizando agua como disolvente. A medida que preparamos café, se liberan compuestos únicos de los granos molidos al agua, que constituye su taza diaria.

El rendimiento final normalmente contiene compuestos solubles en agua como cafeína, azúcares, ácidos, carbohidratos y lípidos. La forma en que se extraen los compuestos influye directamente en el aroma y sabor del café.

la prueba de sabor

Al pasar agua por los posos del café, no se extraen todos los compuestos simultáneamente. Primero se extraen las características ácidas y frutales. El sector medio de la cerveza contiene el dulzor y el equilibrio, seguido por el amargor.

Si la infusión no se extrae lo suficiente, el café perderá dulzura y adoptará un sabor amargo. Por el contrario, una infusión excesivamente extraída tendrá su dulzura y acidez superadas por el amargor. La respuesta para crear equilibrio es el control a través de varias variables.

¿Existe la perfección?

Sí, es la respuesta sencilla. El café tiene un nivel de extracción ideal ilustrado por los Sólidos Disueltos Totales (TDS). TDS es la cantidad de compuestos que se han extraído del café y se han convertido en agua. El "punto óptimo" suele ser del 18 al 22%. En verdad, ¡las estadísticas no mienten!

Todo es cuestión de control

La perfección de su café requiere control y comprensión de por qué el rendimiento final no tiene el sabor deseado. Hay varios factores que deben considerarse para mitigar una taza agria o amarga. El tipo de tueste, el tamaño de la molienda, el método de preparación, la temperatura del agua y el tiempo de extracción son las variables fundamentales que deben manipularse para producir una extracción perfecta.

Nivel de tueste

La porosidad de un grano de café viene determinada por el tostador, lo que a su vez afecta directamente la forma en que los granos molidos se vuelven solubles en agua. Los niveles de tueste generalmente se dividen en claro, medio y oscuro. Inicialmente, todo el café de Big Dog tiene un perfil medio con el objetivo de enfatizar las características de sabor del café. La cantidad de calor a la que se expone el café durante el tueste determina la porosidad y solubilidad del grano. El café tostado medio a oscuro se utiliza mejor como espresso debido al menor tiempo de extracción. Por el contrario, el café menos poroso y de tueste ligero suele someterse a un filtro. Primero considere el perfil de tueste, luego manipule las variables a continuación mientras trabaja para lograr la extracción perfecta.

Tamaño de molienda

Una de las variables más comunes y discutidas cuando se trata de extracción de café. Si hablamos de espresso, el tamaño del molido y la dosis (cantidad de café molido en el portafiltro), son los dos componentes clave que se manipulan para lograr un espresso equilibrado. Este proceso tiene un nombre, lo llamamos “marcar”.

El espresso requiere café finamente molido en comparación con otros métodos de preparación, como el vertido o la prensa francesa, que garantizan un molido más grueso. Esto puede disipar una idea errónea común para algunos: a pesar del perfil de taza "fuerte" del espresso, el método de preparación no determina la fuerza. La intensidad del café se reduce al tamaño del molido.

Un molido fino aumenta la superficie del café, aumentando la cantidad de contacto que tiene con el agua durante la extracción. Un mayor contacto da como resultado mayores niveles de extracción. Si el café se muele muy fino y no se manipulan otras variables, el rendimiento final contendrá una mayor concentración de compuestos. Esto da como resultado una infusión con un TDS más alto que posteriormente es más fuerte.

Si el café se muele demasiado fino, el rendimiento final se extraerá en exceso, independientemente del método de preparación. Sin embargo, moler el café más fino generalmente daría como resultado que se extraigan más compuestos del café. El problema principal aquí es que la tierra será demasiado fina para permitir que el agua pase a través del filtro.

Perfeccionando tu temperatura

No centrarse en la temperatura del agua mientras extraes café es como comprar un Lamborghini y alimentarlo con diésel, el agua importa.

Si el agua se calienta demasiado o demasiado poco, los posos no pueden expresar toda la capacidad de su sabor. Para combinar su rutina específica, el agua debe calentarse entre 92 y 96 grados Celsius. Preparar demasiado caliente hace que el café se extraiga en exceso, lo que produce un sabor amargo y desagradable en la boca. Evite hervir el agua para evitar el exceso de café extraído.

Las temperaturas más frías simplemente hacen lo contrario y ralentizan la extracción. Si la temperatura es demasiado fría, el sabor y el aroma del café molido no se extraen adecuadamente: bajo extracción, sabor amargo.

El proceso de preparación del café implica muchos rastros y errores para descubrir el "punto óptimo" de cualquier método de preparación y café elegido. Las notas de sabor, los aromas y las sensaciones en boca son específicos para usted; esperamos que esta información le ayude mientras busca perfeccionar su bebida.

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